lunes, 28 de septiembre de 2015

¿Por qué mandar callar si podemos pedir silencio?

El jueves pasado empezamos las prácticas y con ello dimos inicio a una nueva experiencia. Me gustaría ir destacando en este blog las cosas que más curiosas me parezcan, algo que pueda ser útil para otras personas y posibles ideas que aplicar en una clase.
En este caso, me gustaría hablar del silencio. ¿Es necesario tener una clase callada? ¿Se puede mantener el silencio de distintas maneras?
Por mi experiencia, he de decir que he vivido de todo, desde los profesores que gritaban un 'callaos' o 'silencio' de manera que llegaba un momento que o bien se quedaban sin voz, o bien se daban por vencidos.
Para ello, me gustaría hablar de tres métodos que utiliza mi profe Ana:

  • '¡MOMIA!' Cuando Ana dice esto, acompaña la palabra con un gesto, cruza los brazos sobre el pecho. Todos los niños la imitan, centran toda su atención en ella y se mantienen expectantes para saber qué es lo que va a decir tan importante.
  • Levantar la mano con todos los dedos extendidos. Tanto los alumnos como la profe pueden hacer este gesto de manera que expresan, sin pronunciar palabra, que les cuesta escuchar y piden silencio para conseguirlo.
  • Cuenta atrás, de 5 a 0. En este caso Ana empieza a demostrar que está perdiendo un poco la paciencia. Normalmente nunca llega a finalizar la cuenta atrás.
De esta forma, creas señas que se deben explicar al principio de curso y que son más prácticas que quedarte sin voz cada dos segundos.

¡Gracias por leerme, seguiré informando!

Lucía.